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18 Octubre 2016

Nuevas obras en Málaga ejecutadas con áridos reciclados

Información de Fueyo Editores

Aridos Reciclados en VerdecoraMás de 91.400 toneladas de áridos reciclados, obtenidos de demoliciones realizadas en la provincia de Málaga, han servido para realizar varias obras importantes de urbanización en la provincia: Verdecora y Cizaña son los últimos ejemplos. En la primera, la realizada por la constructora Inicia Siglo XXI, en Verdecora con un presupuesto de 4 millones de Euros, se han usado 5.100 t de zahorra de hormigón marcado CE y 6.300 t de zahorra con marcado Agreca.

Información de Fueyo Editores

La otra gran obra es la ubicada en Altamira, y realizada por la constructora Avintia, en la que los viales de una urbanización en el paseo marítimo de Torremolinos se realizan con 80.000 t de árido reciclado “marcado Agreca”. La obra está presupuestada en 7 millones de euros. Estos áridos ecológicos son elaborados por la empresa Arecosur, S.L., ubicada en la ciudad y miembro de la Asociación Agreca.

Mientras muchas administraciones públicas son todavía remisas a cumplir lo que la normativa europea y su trasposición española establece, varias empresas privadas ya apuestan por el uso de esta materia prima como es el caso de las obras de Verdecora o Altamira. El Plan estatal Marco de residuos propone que, al menos, un 5% de los áridos utilizados en obra procedan del reciclaje de residuos de construcción y demolición.

La industria de la construcción es el sector que más volumen de residuos genera, tras los urbanos, siendo responsable de la producción de más de 1 tonelada por habitante y año. Atendiendo que se necesitan más de 2 toneladas de materias primas por cada m2 de nueva construcción, supondría el agotamiento de los recursos no renovables a causa de la extracción ilimitada de materias primas y del consumo de recursos fósiles. Además del impacto en el entorno natural, que se ve afectado paisajísticamente y por la emisión de contaminantes o la deposición de residuos del proceso de todo tipo.

La línea de acción para reducir el impacto ambiental, provocado por este sector se centraría en controlar el consumo de recursos, reducir las emisiones contaminantes, además de minimizar y realizar una correcta gestión de los residuos que se generan a lo largo del proceso constructivo. Es decir, someter a reciclado y valorización todos los residuos de construcción y demolición.

Por consiguiente, para obtener mejoras eficaces en la gestión de residuos es necesario minimizar el uso de materias y recursos necesarios, reducir residuos, reutilizar materiales, reciclar los restos de obra o escombros de manera correcta y evitar el envío de estos a vertedero.

Agreca destacó que “obras como las citadas son un claro ejemplo del alto potencial como materia prima de la construcción de los áridos reciclados en nuestras plantas” y puso como ejemplo a la empresa malagueña áridos Ecológicos del Sur (Arecosur). Agreca afirmó que “espera que todas las administraciones públicas tomen nota del reciclaje y fomenten el uso del árido reciclado como lo están haciendo las empresas privadas”.

Agreca

Integrada por veinte empresas asociadas, fue constituida en el año 2008 para agrupar y representar los intereses de los gestores, ubicados en la comunidad que se dedican al reciclaje de residuos de construcción y demolición, siendo todas Gestores Autorizados en operaciones de valoración y/o eliminación de RCD por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. de la mano de sus socios se gestionan cientos de miles de toneladas anuales de escombros, siendo un porcentaje muy importante reciclado para su reutilización en las obras de construcción.

Agreca ha elaborado el reglamento para certificar aquellos productos no recogidos en la norma uNE que regula el control de producción en fábrica de las zahorras, permitiendo que sus áridos reciclados, en muchos casos, cuenten con declaración de conformidad, además del marcado CE, cuando es preceptivo, proporcionando al consumidor una garantía. desde la Asociación se trabaja para que las leyes, normas, ordenanzas, reglamentos, elaborados por la Administración sean implantados y asimilados por todos los agentes participantes en el proceso de construcción, permitiendo que las empresas involucradas trabajen en condiciones de igualdad. Entre todos proporcionan un valor a un residuo que, de otra forma, sería desechado, colaborando en el proceso de construcción sostenible, respetuoso con el Medio Ambiente.

Agreca tiene, además de la vigilancia del cumplimiento de la normativa ambiental, como principal objetivo fomentar el uso de los áridos reciclados con garantías en obras públicas y privadas. En este sentido, junto con laboratorios, universidades y empresas privadas se trabaja en diversos proyectos. Además, Agreca también funciona como mecanismo de defensa y control para el fomento de las buenas prácticas en el sector.

RCD el “residuo desconocido”

Los RCD suponen, en el ámbito europeo, el 30% de los residuos que se generan, que son reciclables en porcentajes cercanos al 100%. La nueva legislación europea en la materia de residuos, en elaboración y de entrada en vigor el próximo año, supondrá un cambio radical en la concepción de la gestión de los residuos, orientándose a la Economía Circular y potenciando la reutilización. La nueva normativa, que debe ser traspuesta a la legislación de todas las comunidades, establece que, en 2020, al menos el 70% de todos los residuos de construcción y demolición que se producen serán sometidos a procesos de valorización y reutilización, disminuyéndose el consumo de áridos naturales y el consiguiente impacto ambiental y consumo de energía en su extracción y elaboración. La nueva normativa fijará como objetivo también la lucha contra los operadores ilegales y el fomento de la compra verde y una fiscalidad ambiental adecuada.

Los RCD en Andalucía

La producción de RCD en Andalucía, como en el resto del estado, ha caído más de un 56% desde el inicio de la crisis y bajada de actividad del sector de la construcción. La cifra de producción por habitante apenas alcanzará en 2015 las 0,20 toneladas por habitante y año, frente a las 0,97 del año 2009. El dato más preocupante es que el 49% de los residuos de construcción y demolición producidos son “gestionados” de forma incorrecta, ilegal y en muchos casos delictiva generando graves impactos ambientales y paisajísticos, despilfarrando una materia prima necesaria y comprometiendo la existencia misma del sector del reciclado y valorización.

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