El mercado de los Grupos Móviles en 2017
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La crisis económica parece que quiere remitir y dar paso a un repunte en las ventas de maquinaria y, aunque los grupos móviles no terminan de despegar, el mercado sí que comienza a moverse. El sector de los equipos móviles incrementa sus ventas al mismo nivel, incluso de forma superior, que otras líneas de maquinaria del sector de las obras públicas y la construcción; sin embargo, el número de unidades continúa siendo muy bajo. Con sólo 16 unidades nuevas más vendidas en 2017 que en 2016, sigue siendo un mercado en el que las unidades de segunda mano son las que, de momento, más presencia tienen en las operaciones que se dan en España.
Desde el año 2002 que comenzó la recopilación de datos de la comercialización de grupos móviles, las ventas han estado siempre por encima de las trescientas unidades y, excepto el año 2005 en el que hubo una ligera caída, la tendencia ha sido siempre ascendente hasta un máximo de 417 unidades que salieron al mercado en el año 2007. A partir de ahí, la crisis mundial, y en particular la que estaba azotando a España, hizo mella igualmente en este sector y comenzó un declive que ha llevado hasta la casi desaparición de este mercado en 2013. En el año 2014 la economía comenzó a dar muestras de un cierto repunte que se fue afianzando según pasaban los meses, cerrando un año con un cambio de tendencia prácticamente en todos los sectores. En el sector de los grupos móviles no ha sido diferente y el sumatorio total del año viene ya dibujado por una línea ascendente a partir de un punto de inflexión en el año 2013. Sin embargo, este sector está evolucionando mejor que el resto de líneas de maquinaria. Mientras que el sector de los equipos de producción ha crecido en 2017 un 34%, el de minis un 62%, el de compactación un 23% y el de elevación un 75%, el de grupos móviles de trituración y clasificación ha sido de un 80%.
En el año 2007 salieron al mercado 417 unidades, para pasar en el 2008 a 199 equipos vendidos, lo que significa un cambio de tendencia y una caída del 52,27%. El año 2009 fue prácticamente igual de crítico, con una caída hasta las 94 unidades (47 de trituración y 47 de clasificación), lo que supone un descenso del 52,77%, un valor similar a la caída del 2008. En el 2010 se vuelve a marcar un mínimo desde que se comenzó con el intercambio de datos de grupos móviles. 54 unidades, 25 de trituración y 29 de clasificación, lo que supone otra caída del 42,55% respecto al año anterior. Los datos del año 2011 marcan otro mínimo con una tendencia descendente muy acusada. 35 unidades, 10 de trituración y 25 de clasificación son las ventas que indican otra caída del 35,18% con respecto al año 2010. El año 2012 se caracterizó por las pocas unidades vendidas y por el todavía mayor descenso en el porcentaje de las ventas. Fueron 11 unidades, todas de clasificación, lo que supone un descenso de un 68,57% con respecto al ejercicio 2011. Pero si bajo parecía el mercado en el 2012, el siguiente ejercicio, el 2013, marcó el mínimo. En 2013 se entregaron nuevas o de primer alquiler en el mercado sólo 6 unidades (1 de trituración y 5 de clasificación), lo que supuso otra caída y, en este ocasión, de más del 45%.
Si se hace un acumulado desde el año 2007, en el que se vendieron 417 unidades, el descenso es de más del 98,56%, encontrándose el mercado de las ventas en el 2013 en el 1,43% de lo que fue su momento más álgido.
Sin embargo, en 2014 la tendencia cambió. Se comercializaron 13 equipos (5 de trituración y 8 de clasificación), lo que son 7 más que en 2013 y 2 más que en 2012. Aunque no fue un despegue muy fuerte, esto supuso un incremento de más del 216%, lo que viene a confirmar el punto de inflexión. En 2015 mejoró el sector un 7,7%, lo que significó un ligero incremento frente a otras familias de equipos que han incluso pasado el 90%. Por lo tanto, la tendencia fue positiva, pero en líneas generales se trataba de un mercado muy plano con poco crecimiento. En 2016, el incremento fue de un 42,85%, es decir, de seis unidades con respecto al año 2015, un valor que continuaba siendo ridículo en lo que a número de máquinas se refiere, aunque mejoraba porcentualmente año tras año, aunque muy alejado todavía de los montantes que imperaban hasta el año 2007.
2017 ha sido algo muy parecido al 2016. Se ha incrementado el porcentaje de las ventas hasta el 80%, pero el número de unidades nuevas o de primer alquiler puestas en el mercado ha sido sólo de 36 equipos.
Si se hace un comparativo con el año 2007, en el que se vendieron 417 unidades, el mercado en 2017 se encuentra al 8,6% de los que se vendió hace 10 años. Es decir, queda todavía un gran crecimiento para llegar a un mercado de 200 unidades, que sería lo normal en un país como España por su extensión, población y necesidad de obras.
EL MERCADO DE LOS GRUPOS MÓVILES
Intentar hablar de las tendencias de un mercado con pendiente ligeramente ascendente desde hace ya varios años, como la que tiene España, es complicado. Se trata de un mercado que no termina de despegar, aunque este año 2017 ha generado un importante incremento porcentual de las ventas, aunque menos llamativo en los que al número de unidades se refiere. La calidad de los diferentes equipos, el servicio de las casas comerciales o el vínculo con el comercial de una determinada empresa ha pasado a un segundo plano, siendo el precio de los equipos el factor que determina en la mayoría de los casos las ventas. Esto hace que aquellas empresas que tengan equipos en stock, capacidad financiera y puedan ofrecer un buen precio serán los que sin duda se llevarán las operaciones.
El alquiler ha sido en los últimos años una buena opción para los clientes, pues contaban con un equipo durante el tiempo de realización de la obra y lo devolvían sin tener que preocuparse de un inmovilizado hasta la siguiente obra. Para los importadores y fabricantes nacionales era una opción para hacer caja.
A los meses se recibían devueltos los equipos, que se ponían a la venta como unidades de segunda mano o volvían a ser alquilados. Sin embargo, la situación actual de mercado, donde ya hay ciertas obras, aunque no se vislumbra un futuro prometedor, está haciendo que el alquiler de equipos vuelva a coger fuerza, siendo varios los importadores de grupos móviles los que tienen equipos actualmente en alquiler.
También es cierto que la mentalidad de muchas empresas está cambiando, como ocurrió hace ya unos años en el resto de Europa, y el alquiler de la maquinaria comienza a ser algo mucho más frecuente, imputándose como un gasto a la obra y olvidándose de inversiones iniciales, amortizaciones, mantenimientos y venta final del equipo.
En los tiempos de crisis o de ventas exiguas, como los actuales, la venta de unidades de segunda mano es lo que sigue funcionando relativamente bien. Las gangas encontradas en eventos, como las subastas de Ritchie Bros., permiten la salida al mercado de grupos seminuevos con precios inferiores al 50 y 60%. Hay muchos distribuidores que compran unidades de segunda mano fuera de España para venderlas en el mercado nacional.
El 2017, al igual que ocurrió del 2012 al 2016, se ha caracterizado por ser un año donde prácticamente el movimiento de equipos móviles se ha centrado en la maquinaria de segunda mano, pese a que en este último ejercicio se han incrementado de forma porcentual las ventas. La comercialización de equipos usados ha subido impresionantemente en estos años de crisis y de ligera recuperación, teniendo cabida en el mercado tanto las unidades seminuevas como los equipos con muchas horas y no en tan buen estado.
En cuanto a la naturaleza de los grupos móviles, en 2017 siguen dominando las unidades vendidas sobre cadenas. En esta ocasión, se podría decir que el 100% de los equipos comercializados han sido sobre cadenas, frente al 95% del 2016, el 100% del 2015 y 2014, menos del 91% del 2013, algo más del 63% en el 2012 y el 65% del año 2011. Se trata de equipos de trituración y clasificación automarchantes, es decir, van montados sobre cadenas con traslación propia. Los equipos sobre patines y skids no tuvieron cabida en España en los ejercicios del 2014 al 2017, frente al 9% del 2013, el 36% del 2012 y el 35% del año 2011, siendo equipos utilizados fundamentalmente en el sector del reciclaje y/o en labores en espacios reducidos o confinados.
Por último, se encuentran los equipos móviles sobre ruedas, que en esta ocasión no se ha vendido ninguna unidad, situación similar a la ocurrida en los ejercicios anteriores, exceptuando el 2016 y 2011, con una unidad, y 2010, con tres unidades. Algún fabricante español ha comercializado para el extranjero este 2017 unidades sobre ruedas, donde se combina la trituración y la clasificación, equipos que no computan en este estudio, por tratarse sólo de los equipos comercializados en el mercado español.
En el estudio de los años anteriores se decía que en los últimos años se apreciaba en España, en lo que a la red de distribución se refiere, una atomización de las empresas comercializadoras.
Hace unos años eran pocas las empresas que importaban y vendían los grupos móviles en España. Sin embargo, en los últimos años muchas empresas matrices querían que las ventas fueran realizadas por empresas zonales independientes. Es decir, les interesaban empresas de menor tamaño que abarcaran menos extensión de zona geográfica y que, por lo tanto, tuvieran más controlado el territorio que conocían.
De esta forma, se interpretaba que se llegaba mucho mejor al cliente final y se perdían menos operaciones. En cualquier caso, esta opción, que hasta antes de la crisis era la más utilizada, se sigue resintiendo mucho con la situación económica actual, pues los pequeños distribuidores regionales o zonales son los que más han sufrido la crisis y la muy lenta recuperación, siendo muchos los que han tenido ya que cerrar sus puertas.
De hecho, las ventas de los equipos móviles en este 2017, como ocurrió también del 2014 al 2016, se han realizado por grandes empresas que cuentan con la distribución de sus correspondientes marcas para todo el territorio nacional.
Los grupos móviles sobre cadenas se comercializan en tres sectores fundamentalmente: el de las explotaciones mineras, el del reciclaje y el de los contratistas. Este año 2017 las 36 unidades que se han vendido han tenido un reparto bastante parejo. Concretamente, han sido 13 en el sector de los contratistas, 10 en el de minería y 13 en el sector del reciclaje.
El sector de las explotaciones mineras, donde se incluyen las canteras, graveras y las propias explotaciones, está muy parecido respecto al año anterior. Las canteras y graveras, con la caída del sector de la construcción, se encontraban muchas paradas, con una producción reducida en muchos casos al 20 y 30% o en una situación realmente difícil, cuando no paradas y muchas incluso cerradas y desmanteladas. Sin embargo, el ligero repunte que está teniendo lugar desde 2015 ha llevado a que, en unos primeros estadios, algunas explotaciones mineras de áridos comenzaran a suministrar material del que tenían acopiado, para lo que ha sido necesario, en la mayoría de los casos, una retrituración y una clasificación del árido dispuesto en los acopios. En estadios más avanzados se está procediendo ya a la trituración del todo-uno del frente de cantera, como consecuencia de la demanda de algunas grandes ciudades y zonas costeras. Por lo tanto, sigue el crecimiento de los equipos móviles en las explotaciones, mientras que aquellas que ya contaban con unidades móviles han pedido más consumible por el incremento en la producción que han realizado en este ejercicio.
El sector del reciclaje en general, no sólo el de los residuos de construcción y demolición, aunque se encontraba en uno de sus momentos más difíciles, porcentualmente ha crecido de una forma interesante con respecto al año anterior. El repunte de la construcción en las grandes urbes ha arrastrado al sector de las demoliciones y se han comercializado algunas unidades (nuevas, seminuevas y usadas), tanto para trabajos in situ en las propias demoliciones como para la valorización de los residuos de construcción y demolición en las plantas de tratamiento. En este sector, la proliferación con la crisis de los vertederos ilegales, la admisión en los vertederos actualmente operativos de material sin valorizar, los vertidos ilegales en cunetas y descampados, y la competencia desleal influyen de forma directa en las ventas de grupos móviles. Sin embargo, pese a todo esto y aunque no ha tenido el tirón que tuvo hasta el año 2007, sí se han montado algunas plantas de valorización nuevas, se han obtenido varias acreditaciones de nuevos gestores para comenzar las labores con la salida de la crisis, y se ha adquirido alguna unidad para trabajos in situ, contando el apartado del reciclaje con trece unidades comercializadas, es decir, el 36,1% del total de los equipos vendidos en España en 2017. No hay que olvidar que las canteras han entrado desde hace unos meses en el sector del reciclaje, estando preparando muchas de ellas su corta minera como vertedero de inertes, así como los RCD valorizados como material para la restauración de sus huecos mineros; por lo tanto, en los próximos meses se verá un incremento importante de las ventas de grupos móviles para canteros pero para aplicación en valorización de RCD.
Por último, se encuentra el sector de los contratistas. Se trata del tercer grupo donde más ventas se generaban en 2011; hasta el año pasado la situación económica también les ha hecho mucho daño, como se constata en su evolución, pasando de 0 unidades en 2014, 6 en 2015 y 4 en 2016, mientras que en 2017 han sido 13 las unidades comercializadas.
La rehabilitación de vías y carreteras, la propia construcción de carreteras, la reducción del material obtenido en trabajos de tunelización, etc., son sólo algunos ejemplos donde se han vendido unidades móviles en el pasado. La tipología de los equipos que compra este colectivo es siempre de tamaño medio, tanto de trituración como de clasificación, siendo los de trituración los que más se ajustan a sus necesidades iniciales, contando la mayoría de ellos con el transportador de retorno y la criba en cabeza para la retrituración del material.
En el 2013 se vendieron únicamente dos unidades en el sector de los contratistas, pasando a cero unidades en el 2014, 6 en el 2015, 4 en 2016 y 13 en 2017, un dato este último bastante previsible teniendo en cuenta las pequeñas obras de carácter privado que se están comenzando en toda España.
GRUPOS MÓVILES DE TRITURACIÓN EN 2017
Los equipos móviles de trituración han soportado peor la caída de mercado que sus hermanos de clasificación durante la crisis. De hecho, en 2012 no se vendió ninguna unidad de trituración en ninguno de los tres sectores (minería, reciclaje y contratistas), mientras que en 2013 sólo una unidad en el sector de los contratistas se comercializó. En el 2011 de los 10 equipos vendidos se pasó a 0 en el 2012 y a uno en 2013, lo que supuso una caída del 100% respecto al 2012, y del 90% con respecto al 2013, unos valores por encima de la media de caída general de las ventas que tuvieron lugar en el sector de los grupos móviles. Comparativamente con la caída sufrida en el 2009, 2010 y 2011, se puede decir que hay una diferencia que empieza a ser significativa: 55,66% en el 2009, 42,55% en el 2010, 40% en el 2011 y 100% en el 2012, lo que significa que hasta el año 2011 la pendiente negativa indicaba que la caída de las ventas se había amortiguado ligeramente. Aspecto este que queda totalmente desmontado con la caída total de las ventas de equipos de trituración en 2012. En 2013, las ventas se incrementaron un 100% con respecto al año anterior, que había sido 0, pero este valor es circunstancial, pues el cómputo total de equipos sigue indicando una pérdida en las ventas de grupos móviles.
En 2014 la tendencia general en la venta de equipos móviles de trituración cambió, pasando a venderse 5 unidades a lo largo de todo el año. Esto significa un incremento del 500% respecto a la unidad que se vendió en 2013. Curiosamente, todos los equipos comercializados fueron con molino impactor, siendo las unidades comercializadas en explotaciones mineras de tamaño mediano-pequeño (entre 5 y 40 toneladas de peso) y las unidades comercializadas en el sector del reciclaje más pequeñas (entre 5 y 30 t).
En 2015, se incrementó el mercado un 40%, lo que supone que se pasó de las 5 unidades del 2014 a 7 en el 2015. En lo que a tipo de maquinaria de conminución se refiere, se comercializaron 3 unidades con machacadora de mandíbulas y 4 con molino impactor. En lo que a tamaño se refiere, las machacadoras de mandíbulas, excepto una pequeña de menos de 10 t, el resto fue de tamaño grande, mientras que los equipos con molino impactor dos fueron de tamaño medio y otros dos de gran tamaño.
En 2016, el mercado de los grupos móviles de trituración volvió a descender a 6 unidades, lo que supuso una caída del 14,3%. No se comercializó ninguna unidad con machacadora de mandíbulas, 4 con molino impactor y dos con triturador de cono. Los impactores fueron de tamaño muy dispar, habiéndose comercializado dos unidades entre 51 y 70 t de peso. Todas los impactores fueron sobre cadenas y en el sector del reciclaje, menos unas unidad que fue en explotaciones mineras. Los grupos móviles con triturador de cono fueron dos, con tamaños por encima de las 30 toneladas, para los sectores de explotaciones mineras y reciclaje.
En 2017 el sector de trituración ha dado la vuelta a la tendencia. En esta ocasión se han vendido muchísimas más unidades de trituración que de clasificación. En concreto han sido 23 equipos, de los cuales 6 han sido con machacadora de mandíbulas, con pesos muy repartidos, aunque impera el tamaño entre 41 y 50 toneladas de peso, habiéndose repartido equitativamente entre los sectores de minería, contratista y reciclaje. Las unidades con molino impactor en este ejercicio se han llevado las de ganar. 16 unidades, repartidas entre todos los tamaños se han comercializado en toda España, habiendo destacado en los sectores de reciclaje y contratistas fundamentalmente. Por último, los trituradores de cono se han visto representados únicamente por 1 unidad y ha sido en el segmento de 31 a 40 toneladas de peso.
En lo referente a las ventas, ahora que el mercado parece que comienza a moverse, genera una atomización de las mismas, repartiéndose entre varios fabricantes, aunque, como es habitual, suelen ser los de siempre los que realizan el grueso de las ventas.
GRUPOS MÓVILES DE CLASIFICACIÓN EN 2017
El apartado de grupos de clasificación tuvo también una caída en 2013 inferior a la del ejercicio anterior y por encima de la media total. Concretamente, descendió el 53,1% respecto a las ventas del año anterior, que como puede observarse es un valor menos bajo que el 68,57% de caída total de grupos móviles en 2012 y más bajo que el 45,45% del 2013. En el año 2012 la caída fue del 13,8%, que fue muy inferior al 35,18% de media que cayó el sector de los grupos móviles en 2011, mientras que en el 2013 fue del 53,1%. Estos datos indican que, como venía pasando en los ejercicios anteriores, la división de clasificación ha soportado mejor la crisis, quedando corroborado en los años 2012 y 2013, en los que se vendieron 0 y 1 equipo de trituración respectivamente.
Si se comparan estos datos con los obtenidos en los ejercicios 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012, se aprecia que los equipos de clasificación contaron con una pendiente descendente hasta el año 2012. Pasaron de una caída del 49,46% del 2009, a una del 38,3% en el 2010, a una del 13,8% en el 2011, para incrementarse de nuevo al 44% en el 2012 y seguir en el 53,1% de caída en el 2013.
En el año 2014 parece que comienzó el repunte. Después de seis años seguidos de descensos en las ventas, se comercializaron 8 equipos. No son muchos pero sí marcan un cambio de tendencia con respecto a los años anteriores. El mercado de equipos móviles de clasificación pasó de 5 unidades en 2013 a 8 en 2014, lo que supuso un incremento del 160%.
En 2015, la división de clasificación volvió a caer, se pasó de las 8 unidades del 2014 a las 7 del 2015, lo que supuso una caída del 12,5% y, aunque no es un porcentaje muy elevado, sí que confirma que estos equipos no terminan de salir de la crisis, manteniéndose en un mercado muy plano desde el punto de inflexión alcanzado en 2013 con 5 unidades.
En 2016, el despegue parece que se produce, aunque no con muchas unidades, alcanzando los 14 equipos entregados, lo que confirma un incremento del 100% con respecto al año anterior.
2017 ha confirmado que los equipos de clasificación no terminan de arrancar. Se ha comercializado una unidad menos que en 2016, es decir, 13 equipos, lo que demuestra que en el mercado hay una sobresaturación de grupos móviles de clasificación, y ahora que comienza la recuperación las empresas están invirtiendo en equipos de trituración. Analizando los equipos de clasificación vendidos en los últimos años, se puede apreciar un descenso muy importante de las ventas de los trómeles de clasificación. De hecho, en el ejercicio 2017, al igual que ocurrió del 2010 al 2015, no se ha vendido ninguno, siendo el año 2016 el único ejercicio reciente en el que se vendieron dos unidades, una sobre ruedas y otra sobre cadenas, en el sector del reciclaje.
En el año 2013, los equipos de clasificación comercializados (5 unidades) fueron todos de precribado, no habiéndose generado ese año ninguna venta de equipos de cribado.
En 2014, de las 8 unidades, 6 fueron precribadores y dos cribas, mientras que en 2015 continuó siendo superior la venta de los precribadores, con 4 equipos, frente a los 3 equipos de cribado. En 2016, al incrementarse el número de unidades vendidas, también varió mucho la tipología, habiéndose entregado 7 precribadores, 5 cribas y dos trómeles. En 2017, de los 13 equipos de clasificación entregados, se aprecia una tendencia muy fuerte hacia los equipos primarios, más robustos y polivalentes: 11 precribadores y sólo 2 cribas
. El caso de los precribadores es bastante interesante, pues ha habido años que han sido los únicos equipos de clasificación que se han vendido. Se trata de unos robustos equipos de cribado para clasificaciones primarias en el sector de las explotaciones mineras y contratistas, y para todo tipo de cribado en el sector de los RCD. En el 2010, los precribadores vendidos alcanzaron sólo el 45% mientras que las cribas convencionales el 55%, lo que demuestra la importante evolución que han tenido estos equipos, pasando del 45% al 80%, en el 2011, del 80% al 90,9% en 2012 y al 100% en 2013. A partir de este año comienza a descender, al 75% en 2014 y al 57,1% en 2015, mientras que en 2016 se incrementó al 50% y en 2017 pasa a ser del 84,6%.
Los precribadores han ganado cuota de mercado desde hace casi 10 años que se lanzó el primer modelo. Desde entonces, estos equipos, sobre cadenas únicamente, han irrumpido en los tres sectores de una forma muy contundente, siendo el sector del reciclaje el que más partido ha sacado a estas unidades hasta el año 2015. De hecho, en 2014, de los seis precribadores comercializados, cuatro eran para el sector del reciclaje, valor que se mantuvo en 2015 con 4 de los 7 equipos de clasificación vendidos. En 2016 el tema cambió de forma importante en los precribadores: fueron 3 unidades para explotaciones mineras, 3 para contratistas y 1 para reciclaje. En 2017 ha estado bastante repartido e igualado, quedando en último lugar el reciclaje, habiéndose enviado 5 unidades para las explotaciones mineras, 5 para el sector de los contratistas y 3 para el sector del reciclaje.
Como viene siendo habitual en los últimos ejercicios, las ventas han estado también muy atomizadas en este 2017. Concretamente, las ventas se han realizado por seis casas comerciales que han vendido las 13 unidades.
VENTAS POR TIPO DE CLIENTE
Los datos obtenidos en este estudio y la tendencia de mercado observada durante todo el ejercicio 2017 han permitido la elaboración de un apartado enfocado a las ventas por el tipo de cliente. Así, de los 36 equipos móviles comercializados en España en 2017 se puede decir que las ventas se han repartido de una forma bastante homogénea. El 27,8% (10 unidades) ha sido en el sector de las instalaciones mineras, mientras que un 36,1% (13 unidades) en el de los contratistas, y un porcentaje igual (36,1%- 13 unidades) ha sido para el sector del reciclaje.
En el apartado de trituración, seis unidades han sido con machacadora de mandíbulas, dieciseis con molino impactor y uno con triturador de cono. Las machacadoras de mandíbulas se han repartido a partes iguales entre explotaciones mineras, contratistas y reciclaje; los equipos con molino impactor se han dividido en tres unidades para explotaciones mineras, seis para contratistas y siete para reciclaje; mientas que el triturador de cono ha ido para el sector del reciclaje.
En el sector del cribado, 11 equipos han sido precribas, 2 cribas y ningún trómel. Las primeras han ido 4 a explotaciones mineras (36,36%), 5 a contratistas (45,45%) y 2 a reciclaje (18,18%). En el apartado de las cribas, 1 unidades en el sector de la minería (50%) y la otra a reciclaje (50%).
La situación actual de mercado hasta el 2013, tras seis años consecutivos de caídas muy fuertes, daba lugar a pensar que todavía no se había tocado fondo. Sin embargo, el incremento de más del 216% en 2014, de un 7,7% en 2015, de un 42,85% en 2016 y de un 80% en 2017 parece indicar que las cosas pueden estar cambiando definitivamente. Estos porcentajes, sobre todo el del 2014, parecen elevados, pero cuantitativamente no se han vendido más que 36 máquinas en 2017 comparativamente a las 6 del 2013, las 13 de 2014, las 14 de 2015 y las 20 de 2016. Pese a ello, es un incremento en las ventas que no se veía desde hace muchos años. Estos datos permiten pensar que la consolidación de la tendencia positiva es definitiva, habiendo sido el periodo 2013-2014 el punto de inflexión. Esperemos que así sea, y que las ventas continúen su tendencia positiva (aunque lo ocurrido en 2017 hace pensar que el mercado se ha estabilizado) y que podamos en breve seguir pensando en positivo teniendo como meta siempre las 417 unidades que se vendieron en el 2007.
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