Intedhor, un ejemplo de producción de árido natural y reciclado
Información de Fueyo Editores
La empresa Intedhor, Ingeniería Técnica del Hormigón, S.L., es una compañía dedicada a la construcción, movimiento de tierras, hormigón, extracción de áridos y valorización de RCD, ubicada en Alcázar de San Juan, Ciudad Real. La extracción de áridos naturales se realiza en su explotación de El Salobral, en Campo de Criptana, Ciudad Real, un yacimiento masivo de dolomías de primera calidad, que permite la producción de todo tipo de granulometrías para la fabricación de hormigones, asfaltos y para la comercialización a terceras empresas.
Desde que en el año 2009 comenzara la extracción de dolomía en la cantera El Salobral, el hueco minero se fue incrementando, lo que llevó a plantearse en el año 2014 comenzar con los residuos de construcción y demolición como alternativa para contar con otro material que ofrecer a sus clientes, para restaurar medioambientalmente su explotación y para darle una segunda vida al material de construcción, adaptándose así a las consignas de la economía circular.
En el año 2015 Intedhor ya contaba con la certificación de gestor autorizado para valorizar los RCD y, a partir de este momento, con una única planta de trituración, comenzó su aventura de tratar y comercializar árido natural y árido reciclado, además de utilizar el RCD no valorizable para el relleno de su hueco minero.
PLANTA DE VALORIZACIÓN
Desde que en el año 2015 Intedhor ofreciera ya a sus clientes una amplia variedad de material reciclado, los cambios y la evolución que ha sufrido la empresa han sido importantes. Lo primero, tras conseguir el número de gestor autorizado, fue contar con un volumen inicial de residuos de construcción y demolición que poder valorizar. A partir de ahí fue la adaptación de los terrenos hasta conseguir todo lo necesario para la recepción, limpieza, almacenamiento y deposición de los invalorizables. Así, hoy en día cuenta con una playa de descarga muy amplia, dividida en una zona para la recepción de los heterogéneos y para la recepción de los limpios de hormigón y los limpios mezclados. Además, dispone de una zona específica para el almacenamiento de los peligrosos, así como un área de contenedores para el almacenamiento de los inertes voluminosos, como es el caso de las maderas, neumáticos, plásticos, etc.
La planta de valorización, como la maquinaria de trituración y clasificación, la explotación de áridos y el vertedero se encuentran en la finca de 120 hectáreas que la compañía tiene en el termino municipal de Campo de Criptana, a 12 km de las oficinas centrales de Intedhor en Alcázar de San Juan, Ciudad Real.
La recepción de RCD actualmente es entre un 55 y 60% a través de su propia empresa de contenedores y el restante 40-45% de otras compañías de la zona. El vertedero más cercano al de El Salobral de Intedhor se encuentra a 32 km; hay un segundo vertedero, de 2 hectáreas de tamaño en Quintanar de la Orden; y un tercero que también admite residuos industriales a 40 km, en Madridejos.
“Inicialmente el triaje manual lo estamos haciendo sobre la solera de hormigón con una retrocargadora con pinza de manipulación. A medio plazo, tenemos pensado montar una cabina de triaje con varios puestos”, explica Ropero.
El material heterogéneo, una vez limpio, es el que se lleva a la zona de almacenamiento de los RCD limpios para su trituración y clasificación posterior o a la zona de vertido para la restauración de la cantera. Por su parte, las fracciones limpias de hormigón y mixtos son enviadas a la planta de trituración para su reducción a las granulometrías demandadas.
“Lo que sí estamos consiguiendo es que las empresas traigan el material muy seleccionado. La diferencia de precios de admisión en planta entre el limpio y el sucio ha calado entre las compañías de la zona y son pocas las que siguen pagando la tasa más cara por traer los residuos mezclados”, comenta el gerente de Intedhor.
Intedhor es actualmente la única empresa ciudarrealeña que combina la extracción de áridos naturales con la producción de áridos reciclados.
EQUIPOS DE TRITURACIÓN Y CLASIFICACIÓN
La planta de trituración de El Salobral es una planta completa de trituración y clasificación para la fabricación de diversas granulometrías, que cuenta también con un clasificador dinámico para separar la fracción pasante N200 de la arena, un material penalizado tanto en la fabricación de hormigón (malla N200 < 3%) como en la fabricación de aglomerado asfáltico (malla N200< 7%). En definitiva, se trata de un desfillizador para la obtención de arenas de alta calidad.
Para el tratamiento del árido natural extraído de la cantera, un material dolomítico con una producción anual de 300.000 t/año la configuración de la planta es la siguiente: El puesto primario está formado por una machacadora de mandíbulas de 1.300 x 1.050 mm de boca que reduce el todo-uno del frente de cantera hasta un tamaño 0-150 mm y dos cribas para la obtención de diversas granulometrías antes de enviar el material hasta el stock de regulación.
La fracción acopiada en el stock de regulación pasa al impactor secundario que sale con un tamaño 0-60 mm, para continuar en un impactor de eje vertical que reduce el árido hasta una granulometría final.
Sin embargo, para la trituración del residuo de construcción y demolición se utiliza la misma machacadora primaria y el impactor secundario, se eliminan los puestos de clasificación en el puesto primario, y tras la reducción secundaria se clasifican y se sacan de la planta de trituración.
Concretamente, el alimentador-precribador del puesto primario separa la fracción 0-24 mm, llegando a la machacadora el 24-400 mm para su reducción. El material obtenido, con granulometría 0-150 mm, se envía al stock de regulación que alimenta al impacto secundario, reduciendo el material reciclado a un tamaño 0-60 mm. Hay instalado un overband a la salida del impactor secundario.
Con la fracción 0-60 mm de material reciclado procedente del secundario se trabaja en función de la demanda. Por un lado, se criba obteniendo la fracción 0-32 mm, que se acopia para su comercialización, y la fracción 32-60 mm se envía de nuevo al molino impactor para su retrituración. Por otro lado, el 0-60 mm se corta a 32 mm, enviándose la fracción 32-60 mm de nuevo al impactor, para su retrituración, y se criba el 0-32 mm para obtener las siguientes granulometrías finales: 0-6, 6-12 y 12-20 mm. La fracción 20-32 mm se retritura igualmente en el impactor secundario.
“La modificación de la planta para trabajar con material reciclado se realiza dos veces al año. Normalmente suele ser en los meses con menor humedad y coincidiendo igualmente con la demanda más baja de áridos naturales, lo que suele darse en los meses de abril y octubre. La zahorra de árido reciclado no se puede hacer más tarde de octubre porque la humedad hace que en las etapas de precribado y cribado se tupan las mallas”, explica José María Ropero, gerente de Intedhor.
EL ÁRIDO RECICLADO DE INTEDHOR
La utilización de equipos de trituración y clasificación de primera línea, como es la planta completa del fabricante ZB, hace que el producto final elaborado en esta planta sea de máxima calidad, que conjuntamente con la calidad del producto que se lleva a tratamiento hace del producto final un material con unas propiedades que para algunas aplicaciones no tienen nada que envidiar a los productos naturales. De hecho, Intedhor cuenta actualmente con el Marcado CE para las fracciones 6-12 y 12-20 mm y para la zahorra artificial ZA-32, que se ha colocado en base de carreteras, para la Diputación Provincial de Ciudad Real, en caminos rurales y en explanaciones de obras privadas, consiguiéndose unos resultados muy satisfactorios.
Una vez triturados y clasificados los materiales son acopiados en función de su tamaño y naturaleza hasta su despacho al cliente final. Hoy en día, Intedhor ofrece granulometrías 0-6, 6-12, 12-20, 20-32, 40-80 y 6-32 mm en hormigón, mientras que de naturaleza mixta cuenta con zahorra 0-32 mm.
“Actualmente, la zahorra reciclada se vende muy bien, mientras que el resto de granulometrías cuesta más”, aclara José María Ropero. “El coste de fabricación es más alto en el árido reciclado que en el árido natural, pero siempre se compensa con la tasa de admisión en planta. En cualquier caso, se trata de adaptarse al futuro, a la economía circular, ayudar a minimizar el impacto medioambiental y darle una segunda vida a todos los materiales de construcción”, explica el gerente de Intedhor.
Sin embargo, la queja de José María Ropero es unánime en el sector de los valorizadores de RCD. Cuesta mucho meter el árido reciclado en obra. El trabajo más llamativo de Intedhor ha sido una oficina de correos en Argamasilla de Alba con árido reciclado de hormigón, y todo fue por petición de la propia Administración. Por lo tanto, parece que, aunque muy lentamente, el mensaje del árido reciclado va calando en la sociedad.
EL VERTEDERO
El gran éxito de Intedhor es contar con una explotación de dolomía que se extrae por avance, lo cual permite ir rellenando el hueco que va dejando según va avanzando el frente de cantera. Este desnivel de entre 10 y 12 metros de altura, con sus correspondientes pozos de lixiviados, está permitiendo a esta empresa, también gestora de RCD, poder verter el material invalorizable en su hueco minero a la vez que realiza su restauración ambiental, dejando el terreno con una morfología similar a la original.
El terreno actual está formado por una zona ya colmatada y totalmente restaurada de 12.500 m2, que estuvo recibiendo material desde los años 2015 al 2018, y tres vasos más, que permitirán 12 años de vertido de RCD invalorizables.
El vaso 1, el que se encuentra actualmente admitiendo material no valorizable, tiene una superficie de 14.000 m2, de 13.200 m2 el vaso 2 y de otros 13.200 m2 el vaso 3. “El frente de cantera avanza más rápido que lo que vamos depositando en el vertedero, por lo que, en ese aspecto, no hay ningún problema”, explica Ropero.
La altura de 10-12 metros de desnivel del vertedero comienza con la deposición de una capa de arcilla de 50 cm, un material que se transporta desde fuera de la cantera, y donde se acomodan las tuberías de drenaje y los pozos de lixiviados. A continuación se coloca un paquete de 40 cm de mezcla de grava de dolomía con grava de metacuarcita. Acto seguido se depositan 10 metros de RCD invalorizables, que se van echando en capas de 1 metro de espesor y compactando a la vez. Finalmente, sobre los RCD se coloca una capa de tierra vegetal de 50 cm para, llegado el momento, realizar la plantación de especies autóctonas.
El contacto de la zona de vertedero con el terreno original se encuentra siempre protegido, tanto en la base como en altura, con paquetes de arcilla de 50 cm de espesor.
El primer vaso utilizado como vertedero se utiliza actualmente como zona de descarga para el almacenamiento de los RCD limpios de hormigón y mezcla. A futuro, este espacio se revegetará con especies autóctonas.
En definitiva, Intedhor es la única empresa ciudarrealense que combina la extracción del árido natural con la valorización de RCD, la comercialización de árido reciclado y la deposición de los invalorables en la restauración de su hueco minero, una actividad totalmente compatible que permite la obtención de un árido, natural y reciclado, de calidad.
HISTORIA DE INTEDHOR
La compañía Intedhor, Ingeniería Técnica del Hormigón, S.L., se funda en el año 1983 con la puesta en marcha de su primera planta de hormigón en el polígono industrial de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Sus orígenes se remontan a la empresa familiar Transporte Ropero, dedicada a trabajos de movimiento de tierras y al alquiler de maquinaria de obras públicas.
La segunda planta de hormigón llega en 1991, entrando ese mismo año en el accionariado, con un 33%, de una explotación de áridos en Mota del Cuervo, también en la provincia de Ciudad Real. Seis años más tarde, en 1997, se hace con la propiedad completa de la cantera, denominada Trimot, S.A., pasando a producir árido para sus plantas de hormigón y para la venta a terceros.
En ese mismo año 1997 Intedhor comienza a realizar trabajos en obra civil, con importantes desarrollos en carreteras, explanaciones, naves industriales, etc. En 2009 la cantera Trimot agota sus reservas e Intedhor arranca una nueva explotación de dolomía en el término municipal de Campo de Criptana, Ciudad Real, donde en 120 hectáreas monta una planta de trituración y clasificación de áridos, una nueva planta de hormigón y, con otros socios, una planta de aglomerado en caliente. En 2015, aprovechando el pasivo minero que genera la extracción de la dolomía, Intedhor se convierte en gestor de residuos de construcción y demolición, utilizando el hueco minero como vertedero para RCD no valorizables.
En 2018, y con idea de producir arenas de calidad, se instala un desfillizador para la obtención de arenas 0-4 mm para hormigón y 0-6 mm para mezclas asfálticas.
Información de Fueyo Editores