
Alucinados con el CRAS
Información de Fueyo Editores
En Kayati se presume de que sus clientes quedan siempre satisfechos cuando utilizan, para sus proyectos de demolición, el cemento expansivo CRAS que elaboran en sus instalaciones de Nanclares de la Oca (Álava). Los comentarios sobre el CRAS son laudatorios, hablando de eficacia, rapidez, limpieza, seguridad… Lo que no habían tenido hasta ahora, que se sepa al menos, es a los clientes “alucinados”.
Así, alucinados por las prestaciones del CRAS se quedaron los responsables de una demolición de roca en una zona próxima a una infraestructura que había que mantener libre de cualquier vibración o proyección de material que pudiera comprometer su seguridad e integridad.
El proyecto se desarrolló de acuerdo con la metodología habitual cuando se utiliza el CRAS: perforación en cuadrícula de 40 cm de lado y un diámetro de 48 mm y carga del mortero preparado con el cemento expansivo.
Las temperaturas en la zona de demolición variaron, en el período de ejecución de la obra, entre los 19º y los 29º. Este es un factor importante a la hora de elegir la modalidad del CRAS más adecuada para el proyecto.
La rapidez de la rotura fue lo que hizo que sus clientes, literalmente, “alucinaran”. En doce horas, la reacción expansiva que se produce al fraguar el CRAS realiza la rotura de la roca y deja listo el escombro para su retirada.
Los efectos del CRAS en este caso fueron más rápidos de lo habitual. Desde Kayati se habla de un plazo de entre 48 y 72 horas (el fin de semana, por ejemplo) como el tiempo típico que necesita el CRAS para producir la rotura. Sin embargo, en función del material a demoler, la rotura puede producirse antes, como ha sido este caso, el proyecto en el que sus clientes acabaron alucinados con el CRAS.
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