BYG arranca con la distribución de WLP Systems en España
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Cuando se fundó WLP Systems en 2005, durante las primeras ferias dedicadas al medio ambiente los visitantes se preguntaban qué hacía un cañón de nieve expuesto en un campo ajeno.
Han pasado 18 años, más de 8.000 cañones de nieve instalados, dos oficinas en Estados Unidos, una en Egipto, la próxima apertura en el Golfo Pérsico, y una red de distribuidores que además de Europa cubre tanto Sudamérica como Australia, así como la zona del Magreb, dejan claro cómo los sistemas de reducción de polvo y olores se han convertido en herramientas indispensables para la gestión de procesos en los que la contención de las fuentes de emisión no es sólo una necesidad, sino también una forma de evitar pérdidas económicas relacionadas con la liberación al medio ambiente de material que de otro modo sería reutilizado y vendido.
WLP Systems cuenta con 11 modelos básicos en su catálogo y, gracias a las diversas configuraciones, se adaptan a cada necesidad del mercado. Existen dos líneas principales:
La Light Duty está diseñada específicamente para el sector del alquiler y la demolición o para aquellas áreas en las que la facilidad y la sencillez de uso satisfacen las necesidades del cliente.
La Heavy Duty, por su parte, está dedicada a los sectores de la minería y el acero y el reciclaje principalmente, donde las máquinas han sido diseñadas para trabajar en las condiciones más duras, tanto de uso como climáticas.
Todas las máquinas pueden integrarse en los sistemas de gestión del cliente o de software, o a través del software Dust Visual de WLP, que además de la supervisión permite la integración con sensores de campo (sensores de medición de polvo, meteorológicos u otros) para la gestión automática de las máquinas. El departamento dedicado a la investigación y desarrollo se ha asegurado de que cada elemento que compone la máquina esté diseñado para proporcionar robustez, facilidad de uso (las máquinas son todas plug & play), pero sobre todo que sean eficientes. La eficiencia se consigue optimizando los subsistemas que componen el cañón para garantizar la máxima atomización y distancia, minimizando el consumo de energía, así como garantizando un tamaño de máquina que no ocupe espacio de producción ni de carga y, sobre todo, que permita el uso de generadores de baja potencia donde no haya posibilidad de suministro eléctrico de red.
Además del consumo de electricidad, la eficiencia también depende del consumo de agua. La forma particular de las boquillas, así como el estudio fluodinámico de los ventiladores, han permitido optimizar el consumo de agua, de modo que cuando se utilizan líquidos de filmación o líquidos para la contención de olores, los costes de funcionamiento son extremadamente bajos.
Los cañones que antes se diseñaban exclusivamente para la reducción de polvo y olores ahora también se utilizan para otros fines y cada vez encuentran más campos de aplicación, desde el sector agrícola hasta el sector recreativo, pasando por la refrigeración de grandes superficies.
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