Demolición & Reciclaje. 25 años
Información de Fueyo Editores
Veinticinco años han pasado desde que en las postrimerías del siglo XX concibiéramos, en la sede de Fueyo Editores en la calle Arturo Baldasano 15, la posibilidad de sacar adelante una nueva y complementaria cabecera especializada para unirla como hermana a la veterana revista Rocas y Minerales, que por entonces ya había superado también sus veinticinco años.
Rocas y Minerales. A ello le llevó la experiencia de haber puesto en marcha cinco años antes, en marzo de 1967, la revista canteras y explotaciones, en el seno de la editorial Pedeca, Un año más tarde, en el 73, sacaría al mercado otra cabecera en el sector de la elevación, Movicarga, conjuntamente con Luis García Sánchez.
Era enero de 1999 cuando vio la luz Demolición & Reciclaje, que salió al mercado con la intención de cubrir la información técnica de un sector emergente que comenzaba a cobrar importancia en el mundo de la construcción por las positivas repercusiones medioambientales y económicas que las obras de deconstrucción tenían para el entorno en el que se llevaban a cabo, un sector que hoy es indispensable y cuyo protagonismo en la productividad es decisivo en lo que hace tiempo se dio por llamar «economía circular », que en la actualidad ha adquirido categoría de fundamental.
Así lo expresaba en el editorial de aquel prístino número 1, que se publicó sin firma, su fundador y director Luis Fueyo Casado: «La necesidad primera de pensar en reciclar, reducir y aprovechar los residuos, tanto urbanos como de infraestructuras, fue sentida hace ya más de veinticinco años por los países del norte de europa. Unos por razones de sensibilidades medioambientales y otros por razones orográficas que no permitían relieves del terreno para crear vertederos, lo que obviamente planteaba un problema económico de primera magnitud, estos países han venido perfeccionando unas técnicas y creando una normativa que ha servido en cierto modo de punta de lanza al resto de la Ue, donde se calcula que la cantidad de desechos de demolición sobrepasa los doscientos millones de toneladas anuales».
Momento económico inmejorable
Pergeñada durante 1998 en el seno de la casa Fueyo, la revista Demolición & Reciclaje fue tomando cuerpo a impulsos de su creador y a raíz de las buenas perspectivas del mercado de cara a la irrupción del nuevo siglo. Las proyecciones que realizaba el FMi sobre españa eran de un aumento del PiB del 3,4 por ciento en 1998, una suave aceleración del consumo privado y una tendencia muy positiva de la inversión que, a diferencia de etapas anteriores, permitiría un comportamiento estable de los precios y una saneada posición exterior. Por tanto, la coyuntura prevista para el año 1999 era favorable, nuestra economía iba a continuar acelerando su ritmo de crecimiento y se anticipaba un buen ejercicio para las ventas de equipos de obras públicas, construcción y excavación, que al liquidar el ejercicio 98 acababa de registrar 5.975 unidades vendidas, con un incremento del 42 por ciento respecto al ejercicio anterior, que se vendieron 4.190 unidades (fueron 3.140 del año 1996). esas casi 6.000 máquinas se alcanzaron tras cuatro años de incremento consecutivo de las ventas. Un lustro de lujo que culminaría al año siguiente, en el ejercicio que cerraba el siglo, con un incremento de 1.000 unidades, alcanzándose el listón impensable entonces de las 7.000 máquinas puestas en el mercado español. Así, entrábamos triunfalmente en el mítico año 2000, puerta del tercer milenio.
Evidentemente, esa conquista de la maquinaria obedecía a motivos coyunturales y de bonanza económica, de inversión pública y privada, de bajos tipos de interés y tasas de inflación sostenida, que forjaron en la época un panorama suficientemente atractivo para el despegue de la construcción, siempre acechada por los vaivenes económicos. Y, por añadidura, un campo dispuesto para la siembra de una nueva publicación que venía a rellenar un hueco hasta entonces desierto: el de la información sobre la actividad de la demolición y el reciclaje en el sector de la construcción.
Lanzamiento de la publicación en 1999
Así, pues, en 1999, el año que iba a dar carpetazo a un siglo y que concluiría a buen seguro con grandes celebraciones, se iniciaba en españa el último gran ciclo económico con base en la construcción –la futura burbuja inmobiliaria ya nos ajustaría las cuentas unos años después–. Y salió al mercado de la prensa escrita Demolición & Reciclaje –lejos quedaba aún la llegada del mundo digital para revolucionarlo todo–, un nuevo modelo de publicación acorde al novedoso escenario de requerimientos medioambientales de nuestro país, coincidiendo además con la introducción en el mercado financiero, ese mismo mes de enero, de la nueva moneda europea, el euro, que entraría en circulación en 2002. Al tiempo, dos de las principales entidades bancarias españolas, el Banco Santander y el central Hispano, protagonizaban la primera fusión en la era del euro. Y también en Francia, la Société Générale y el Banco Pariba, dos de las principales entidades financieras francesas, anunciaban su fusión, convirtiéndose en el tercer banco europeo y el cuarto mundial.
La llegada al mercado del número 1 de Demolición & Reciclaje fue magníficamente aplaudida por todos los protagonistas de esta actividad industrial, fabricantes y distribuidores de equipos principalmente, siendo su puesta de largo en público un año después en Zaragoza durante la celebración en el mes de febrero de la feria Smopyc 2000. La publicación nació con un potente refuerzo internacional, pues contaba con los representantes que ya tenía la editorial Rocas y Minerales en el extranjero: intermedia para Alemania, Holanda, Suiza y Austria; Angel Business para el Reino Unido; Regie Publicité para Francia; y consultants Group para estados Unidos y Latinoamérica.
La revista salió al mercado con un precio para suscriptores de 6.000 pesetas al año por 12 números (tres años quedaban aún para la entrada en funcionamiento del euro) y de 11.000 (24 números) si la suscripción se firmaba por dos años, siendo de 55 dólares anuales u 8.000 ptas. (14.000 por dos años) para los suscriptores europeos, y de 85 dólares (150 por dos años) para los de otros países del mundo. Las fórmulas para efectuar la suscripción eran las clásicas del teléfono o rellenando un boletín inserto en la revista para enviarlo por correo ordinario, por un lado, o, por otro, la tecnológica y más inmediata del momento: el envío de dicho boletín por fax. en ese primer número se anunciaba la preparación de un directorio de empresas con un precio especial para las que estuvieran interesadas en figurar en tan consultada sección. Los módulos eran de formato estándar, de 5,5 x 5,5 cm, y su precio de lanzamiento, de 50.000 ptas. anuales (300 euros).
Desde entonces, la revista ha protagonizado toda la información relativa a los ámbitos que su cabecera describe, en españa y en el resto del mundo, siempre bajo los designios de su fundador y único director hasta ahora, Luis Fueyo casado, que dio a la revista una impronta de dinamismo, pedagogía y calidad tanto en lo técnico como en lo periodístico. Licenciado en ciencias Geológicas, su vocación le llevó a formarse en especialidades complementarias, como la minería, la gemología y el periodismo, siendo hoy día uno de los más reputados e influyentes informadores del sector de la maquinaria de construcción, obras públicas y minería en españa y liderando la principal feria de maquinaria del sector, Smopyc, de la que es director desde hace una década.
Fueyo imprimió carácter a Demolición & Reciclaje y, como líder de una revista pionera que entraba en un ambiente hasta entonces inexplorado, consiguió que fuera una publicación de referencia en tan pujantes sectores, que entonces comenzaban a cobrar importancia, aunque aún no existía la presión ni la obligación que existe hoy, doctrinal e institucional, por la deconstrucción, el reciclado de materiales, la descontaminación, la demolición selectiva, la recuperación, la reducción de emisiones, el corte y perforación, la valorización, la gestión de RcD, etc., si bien era creciente la legislación que imponían gobiernos e industria estableciendo obligaciones nunca antes exigidas a los contratistas de demolición al respecto del cuidado medioambiental y, por añadidura, contribuyendo a mejorar la seguridad en este trabajo.
De la bola a la excavadora hidráulica
cuando Demolición & Reciclaje vio la luz, lejos quedaba ya el uso de bolas de acero o cadenas montadas en la pluma de grúas, o la utilización de dóceres para derribar muros, prácticas que asumían enormes riesgos de accidentes, y se imponía la tecnología y la utilización de máquinas y equipos específicamente diseñados para demolición. De hecho la introducción de la excavadora hidráulica como herramienta de demolición acabó por revolucionar esta industria, que puede resultar una ardua tarea que con frecuencia precisa de la alta tecnología para que el trabajo resulte seguro y ajustado al presupuesto. en cualquier caso, se trata de una actividad en la que en cada ocasión se requiere la utilización de diferentes máquinas, implementos y técnicas y presenta al contratista múltiples, distintos y constantes desafíos.
Entonces, hace 25 años, igual que ahora, los trabajos de demolición podían ser de menor rango, si se trataba de demoler viejos edificios piedra a piedra, recuperando y señalando cada una de ellas para una futura reedificación, o de grandes retos si se trataba de demoler altos bloques de viviendas o chimeneas de antiguas industrias en centros urbanos o rodeados de zonas edificadas. Qué duda cabe que cada derribo es un mundo singular que siempre ha estado marcado por obligaciones y dificultades propias y sus consiguientes desafíos.
el tiempo y la experiencia de los profesionales en este ámbito han impuesto modernamente la demolición selectiva, que sigue incrementándose. Se trata de una práctica en la que todos los materiales –hormigón, ferralla, vigas, etc.– pueden ser separados troceándolos en la propia obra y transportados para su uso como materia prima reciclada.
Gran parte del éxito y del crédito que han obtenido los nuevos métodos de demolición se debe a contratistas entusiastas que han creído en los métodos y máquinas propuestos por fabricantes como Caterpillar, Case, Komatsu, Liebherr, Hitachi, Hidromek, Brokk, JCB, etc., que tienen equipos especializados y cuentan con competentes y variados proveedores de implementos para la rea lización de estos complejos y peligrosos trabajos de demolición y reciclaje.
Información de calidad Desde un primer momento los contenidos de Demolición & Reciclaje han abarcado todos los ámbitos de la información relacionada: industrial, comercial, formación, tecnología, novedades, ferias, etc., lo que le ha proporcionado una amplia y reconocida reputación entre las empresas españolas e internacionales. Durante un cuarto de siglo de andadura editorial, la revista ha dado cuenta de los principales trabajos llevados a cabo, muchos de ellos premiados por su complejidad y alto riesgo. Y diversos números especiales se han convertido en referente para los profesionales de estos sectores, contribuyendo a la vez a reforzar el prestigio de Fueyo Editorial.
La revista basa buena parte de su éxito en esta capacidad para abarcar informativamente todo lo que ha sido capaz de realizar este puntero sector, compitiendo en calidad y contenidos con otras cabeceras que llegaron después. Una muestra de ello queda expuesta en las siguientes páginas de este número especial, donde reflejamos las portadas publicadas en estos 25 años, la apertura de muy distintos reportajes realizados a lo largo de este tiempo, los libros técnicos y divulgativos editados por la editorial desde su fundación en 1972, las ferias principales a las que hemos asistido con la revista y las que hemos organizado directamente nosotros en estos cinco prolíficos lustros, además de otras informaciones complementarias, entre las que señalamos algunos reportajes originales que hemos elaborado expresamente para este especial sobre míticas demoliciones: la Pagoda de Fisac, por coincidir su derribo con nuestra salida al mercado en 1999, y la torre Windsor por ser la demolición más impactante y mediática del periodo que contemplamos, además del derribo de la cárcel de Carabanchel y del edificio de CNH Industrial en Coslada (Madrid). Con ello se harán los lectores una idea de la capacidad y el trabajo que hemos desarrollado en conjunto en algo más de medio siglo de andadura de Fueyo Editores y en estos últimos 25 años de Demolición & Reciclaje.
Al cumplir ahora la revista tan redonda efeméride, queremos celebrarlo manteniendo nuestro compromiso con la divulgación e información veraz y de calidad, tanto en la edición de papel de Demolición & Reciclaje como también a través de la página web de Fueyo Editores. Sólo nos resta dar las gracias a quienes nos han apoyado durante este cuarto de siglo: lectores, anunciantes, suscriptores, proveedores y trabajadores de Fueyo Editores. A todos les damos nuestras más sentidas y efusivas gracias con el ruego encarecido de que nos sigan prestando su cariño otros 25 años más. ¡Por lo menos!
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