El mercado de los grupos móviles en 2022
Información de Fueyo Editores
Desde el año 2002 que comenzó la recopilación de datos de la comercialización de los grupos móviles en España, las ventas estuvieron siempre por encima de las trescientas unidades y, excepto el año 2005 en el que hubo una ligera caída, la tendencia fue siempre ascendente hasta el máximo de las 417 unidades que salieron al mercado en el año 2007. A partir de ahí, la crisis mundial, y en particular la que azotó a España, hizo estragos igualmente en este sector y comenzó un declive que llevó hasta la casi desaparición de este mercado en 2013.
En el año 2014 la economía comenzó a dar muestras de un cierto repunte que se fue afianzando según pasaban los meses, cerrando el año con un cambio de tendencia prácticamente en todos los sectores. A partir de ahí, la línea ha sido siempre ascendente hasta este ejercicio 2022, en el que continúa consolidándose su exiguo pero constante crecimiento desde su mínimo de 6 unidades vendidas en el año 2013.
Comparativamente con los años anteriores, el crecimiento se va ralentizado, pasando de un 23,81% en 2020 (63 unidades) a un 12,5% en 2021 (72 unidades) y a un 5,5% en 2022 (76 unidades).
En el año 2007 salieron al mercado 417 unidades, para pasar en 2008 a 199 equipos vendidos, lo que significa un cambio de tendencia y una caída del 52,27%. El año 2009 fue prácticamente igual de crítico, con un decrecimiento hasta las 94 unidades (47 de trituración y 47 de clasificación), lo que supone un descenso del 52,77%, un valor similar a la caída de 2008. En 2010 se vuelve a marcar un mínimo desde que se comenzó con el intercambio de datos de grupos móviles: 54 unidades, 25 de trituración y 29 de clasificación, lo que marca otra caída del 42,55% respecto al año anterior. Los datos del año 2011 marcan otro mínimo con una tendencia descendente muy acusada: 35 unidades, 10 de trituración y 25 de clasificación son las ventas que indican otra caída del 35,18% con respecto al año 2010. El año 2012 se caracterizó por las pocas unidades vendidas y por el todavía mayor descenso en el porcentaje de las ventas. Fueron 11 unidades, todas de clasificación, lo que supuso una caída de un 68,57% con respecto al ejercicio 2011. Pero si bajo parecía el mercado en 2012, el siguiente ejercicio, el 2013, marcó el mínimo. En dicho año se entregaron nuevas o de primer alquiler en el mercado solo 6 unidades (1 de trituración y 5 de clasificación), lo que supuso otra caída, en esta ocasión, de más del 45%.
Si se hace un acumulado desde el año 2007, en el que se vendieron 417 unidades, el descenso fue de más del 98,56%, encontrándose el mercado de las ventas en el 2013 en el 1,43% de lo que fue su momento más álgido.
Sin embargo, en 2014 la tendencia cambió. Se comercializaron 13 equipos (5 de trituración y 8 de clasificación), lo que son 7 más que en 2013 y 2 más que en 2012. Aunque no fue un despegue muy fuerte, esto supuso un incremento de más del 216%, lo que viene a confirmar el punto de inflexión. En 2015 mejoró el sector un 7,7%, lo que marcó una ligera tendencia positiva, pero en líneas generales se trataba de un mercado muy plano con poco crecimiento. En 2016, el incremento fue de un 42,85%, es decir, de seis unidades más con respecto al año 2015, un valor que continuaba siendo ridículo en lo que a número de máquinas se refiere, aunque mejoraba porcentualmente año tras año, muy alejado todavía de los montantes que imperaban hasta el año 2007. 2017 fue algo muy parecido a 2016. Se produjo un incrementado del porcentaje de las ventas hasta el 80%, pero el número de unidades nuevas o de primer alquiler puestas en el mercado solo fue de 36 equipos.
2018 continuó con la misma tendencia. Es decir, un incremento ligero, que no alcanzó el 17%, seis unidades más vendidas que en 2017 y unas cifras totales de 42 equipos, 20 de trituración y 22 de clasificación. Este montante significó el 10,07% de los equipos totales que se vendieron en 2007.
En 2019, el crecimiento descendió hasta un 14,3%. Se pasó de las 42 unidades de 2018 a las 48 de 2019, de las cuales 18 fueron de trituración y 30 de clasificación.
En 2020, pese a que el resto de líneas de maquinaria había caído por la pandemia, los equipos de trituración y clasificación crecieron un 23,81% con respecto al ejercicio anterior. De los 63 equipos entregados, 25 correspondieron a unidades de trituración y 38 a clasificación.
En 2021, habiéndose superado la pandemia, se ralentiza la venta de grupos móviles por el gran problema mundial que hay de falta de componentes, dificultades con los fletes e incremento de los precios de las materias primas, lo que llevó a que aumentara el precio de los grupos móviles y que a los tiempos de entrega se sumaran varios meses sobre los ya habituales. 72 grupos móviles supuso el 17,26% de los equipos que se vendieron en 2007.
Por último, en 2022, que todo parecía indicar que podía ser el año del despegue, los datos vuelven a marcar un ligero crecimiento, menor que los dos años anteriores, con un 5,5%. Se han comercializado 76 unidades (30 de trituración y 46 de clasificación), lo que supone un 18,2% de los grupos móviles que se entregaron en el 2007. Es decir, queda todavía un gran crecimiento para llegar a un mercado de 200 unidades, que sería lo normal en un país como España por su extensión, población y necesidad de obras.
EL MERCADO DE LOS GRUPOS MÓVILES
Intentar hablar de las tendencias de un mercado con pendiente ligeramente ascendente desde hace ya varios años, como la que tiene España, es complicado. Se trata de un sector que no termina de despegar y, por lo tanto, las ventas son muy erráticas con escasas tendencias marcadas. La calidad de los diferentes equipos, el servicio de las casas comerciales o el vínculo con el comercial de una determinada empresa ha pasado a un segundo plano, siendo el precio de los equipos el factor que determina las ventas en la mayoría de los casos, así como los tiempos de entrega.
Esto hace que aquellas empresas que tengan equipos en stock, capacidad financiera y puedan ofrecer un buen precio serán los que sin duda estén cerrando las operaciones. Además, hoy en día también están teniendo mucho éxito aquellas empresas que ofrecen alquiler de equipos con opción a compra, una alternativa que para muchos productores está siendo una elección muy interesante.
El alquiler puro está siendo en los últimos años otra opción para muchos clientes, pues cuentan con un equipo durante el tiempo de realización de la obra y lo devuelven sin tener que preocuparse de un inmovilizado hasta la siguiente obra. Al cabo de los meses, los distribuidores reciben devueltos los equipos, que se ponen a la venta como unidades de segunda mano o vuelven a ser alquiladas. Teniendo en cuenta la situación actual de mercado, donde hay importantes obras en marcha, hace que el alquiler de equipos siga creciendo cada vez con más fuerza, siendo varios los importadores de grupos móviles los que tienen equipos actualmente en alquiler.
No hay que olvidar que el alquiler es muchas veces el canal de venta de un grupo móvil. El cliente quiere unos meses de alquiler iniciales con opción a compra para comprobar que la maquinaria seleccionada es la indicada para los trabajos que desarrolla, cerrándose, por lo tanto, la adquisición al cabo de unos meses.
También es cierto que la mentalidad de muchas empresas está cambiando, como ocurrió hace ya unos años en el resto de Europa, y el alquiler de la maquinaria comienza a ser algo mucho más frecuente, imputándose como un gasto a la obra y olvidándose de inversiones iniciales, amortizaciones, mantenimientos y venta final del equipo.
En los tiempos de crisis o de ventas exiguas, como las actuales, la comercialización de unidades de segunda mano es lo que sigue funcionando relativamente bien. Las gangas encontradas en eventos, como las subastas de Ritchie Bros. y Euro Auctions, o en los mercados internacionales, permiten la salida al mercado de grupos seminuevos con precios inferiores al 50 y 60%. También es cierto que se importa y comercializa maquinaria en mal estado, lo que se conoce en el sector por chatarra. Hay muchos distribuidores que compran unidades de segunda mano fuera de España (Inglaterra es un gran mercado de maquinaria de trituración y clasificación de segunda mano) para venderlas en el mercado nacional, siendo este un segmento que crece anualmente.
En España, en el 2022, al igual que ocurrió en los tres años anteriores, se ha caracterizado por ser un ejercicio donde gran parte de la venta de equipos móviles se ha centrado en la maquinaria de segunda mano, pese a que año tras año crecen las ventas de unidades nuevas. La comercialización de equipos usados subió de forma interesante en los años de crisis y de ligera recuperación, teniendo cabida en el mercado tanto las unidades seminuevas como los equipos con muchas horas y no en tan buen estado.
GRUPOS MÓVILES POR NATURALEZA
En cuanto a la naturaleza de los grupos móviles, en 2022 siguen dominando mayoritariamente las unidades vendidas sobre cadenas. En esta ocasión, todos los equipos de los 76 comercializados han sido sobre cadenas, por lo que el 100% es sobre orugas, igual que desde el año 2019, frente al 97,6% de 2018, 100% de 2017, 95% de 2016, el 100% de 2015 y 2014, menos del 91% de 2013, algo más del 63% en 2012 y el 65% del año 2011. Se trata de equipos de trituración y clasificación automarchantes, es decir, montados sobre cadenas y que cuentan con motor que genera una traslación propia. Los equipos sobre patines y skids no tuvieron cabida en España en los ejercicios del 2014 al 2022, frente al 9% de 2013, el 36% de 2012 y el 35% de año 2011, siendo equipos utilizados fundamentalmente en el sector del reciclaje y/o en labores de trituración y clasificación en espacios reducidos o confinados.
En el estudio de los años anteriores se decía que en los últimos ejercicios se apreciaba en España, en lo que a la red de distribución se refiere, una atomización de las empresas comercializadoras. Hace unos años eran pocas las empresas que importaban y vendían los grupos móviles en España. Sin embargo, en los últimos años algunas empresas matrices buscan que las ventas sean realizadas por empresas zonales independientes. Es decir, les interesan empresas de menor tamaño que abarquen menos extensión de zona geográfica y que, por lo tanto, tengan más controlado el territorio que conocen. De esta forma, se interpreta que se llega mucho mejor al cliente final y se pierden menos operaciones. En cualquier caso, esta opción, que hasta antes de la crisis era la más utilizada, se sigue resintiendo mucho con la situación económica actual, pues los pequeños distribuidores regionales o zonales son los que más sufrieron la crisis y los que siguen soportando la lenta recuperación que tiene lugar desde el año 2013. Además, son tan pocas las unidades que se venden en España que este modelo de pequeños distribuidores zonales es difícilmente sostenible en la actualidad. Pese a esta tendencia de algunos fabricantes, la mayoría de las ventas en España de los equipos móviles en este 2022, se han realizado por importadores nacionales que cuentan con la distribución de sus correspondientes marcas para todo el territorio nacional.
LAS VENTAS POR SECTORES
Los grupos móviles sobre cadenas se comercializan en tres sectores fundamentalmente: explotaciones mineras, reciclaje y contratistas. Este año 2022 las 76 unidades que se han vendido han tenido un reparto relativamente parejo en los sectores de minería y reciclado, mientras que sigue ralentizado el sector de los contratistas, tal y como ha ocurrido en los dos ejercicios anteriores. Concretamente, han sido 27 en el sector de las explotaciones mineras, 29 en el de reciclaje y 20 en el sector de los contratistas.
El sector de las explotaciones mineras, donde se incluyen las canteras, graveras y las propias explotaciones de mineral, ha disminuido con respecto al año anterior, alcanzando las 27 unidades. Las canteras y graveras, con la caída del sector de la construcción, se encontraban muchas al ralentí, con una producción reducida en muchos casos al 20 y 30% o en una situación realmente difícil, cuando no paradas y muchas incluso cerradas y desmanteladas.
Sin embargo, el repunte que está teniendo lugar desde 2015 ha llevado a que muchas explotaciones mineras de áridos estén suministrando material como consecuencia de la demanda de algunas grandes ciudades y zonas costeras. Por lo tanto, sigue el crecimiento de los equipos móviles en las explotaciones, mientras que en aquellas que ya contaban con unidades móviles se ha adquirido más consumible por el incremento en la producción que han realizado en este ejercicio.
El sector del reciclaje, con 29 unidades vendidas, sigue de moda, como consecuencia de la economía circular. Estos datos se deben a que el repunte de la construcción en las grandes urbes ha arrastrado al sector de las demoliciones y se han comercializado grupos móviles tanto para trabajos in situ en los propios derribos como para la valorización de los residuos de construcción y demolición en las plantas de tratamiento. En este sector, la proliferación con la crisis de los vertederos ilegales, la admisión en los vertederos actualmente operativos de material sin valorizar, los vertidos ilegales en cunetas y descampados, y la competencia desleal influyen de forma directa en las ventas de grupos móviles. Sin embargo, pese a todo esto y aunque no ha tenido el tirón que tuvo hasta el año 2007, sí se han montado algunas plantas de valorización nuevas y se han adquirido algunas unidades para trabajos de valorización en las propias obras por las empresas de demolición, una tendencia mundial que permite la obtención de áridos reciclados reutilizables en paralelo a la propia demolición.
No hay que olvidar que muchas canteras han entrado desde hace algún tiempo en el sector del reciclaje, utilizando muchas de ellas el material no valorizable procedente de los RCD para la restauración ambiental de su pasivo minero. Es decir, muchos canteros se han convertido también en gestores autorizados de RCD, comercializando árido natural y reciclado, y utilizando en la restauración ambiental el material inerte que no puede ser valorizado.
Esto quiere decir que muchas de las unidades móviles reportadas como minería, pueden tener una función puramente de reciclaje en dichas explotaciones de áridos, siendo muy difícil evaluar si trabajan en labores mineras, de reciclaje o en labores compartidas. Por lo tanto, aunque se reportan en minería, estas máquinas pueden estar trabajando únicamente en labores de reciclaje de RCD.
Por último, el sector de los contratistas, que pasó de las 14 unidades en 2019 a las 9 en 2020 y a las 10 en 2021, ha despegado en 2022 con 20 unidades. La rehabilitación de vías y carreteras, la propia construcción de carreteras, la reducción del material obtenido en trabajos de tunelización, etc., son solo algunos ejemplos donde se venden unidades móviles en este sector de los contratistas. La tipología de los equipos que compra este colectivo es siempre de tamaño medio, tanto de trituración como de clasificación, siendo los de trituración los que más se ajustan a sus necesidades iniciales, contando la mayoría de ellos con la criba en cabeza y el transportador de retorno para la retrituración del material de rechazo de la criba. En 2013 se vendieron únicamente dos unidades en el sector de los contratistas, pasando a cero unidades en 2014, 6 en el 2015, 4 en 2016, 13 en 2017, 14 en 2018, 14 en 2019, 9 en 2020, 10 en 2021 y 20 en 2022, unas cifras bastante bajas debido a la falta de ejecución de grandes proyectos y de contratos de mantenimiento como consecuencia de las reducidas partidas presupuestarias de los últimos años.
GRUPOS MÓVILES DE TRITURACIÓN EN 2022
Los equipos móviles de trituración soportaron peor la caída de mercado que sus hermanos de clasificación durante la última crisis. De hecho, en 2012 no se vendió ninguna unidad de trituración en ninguno de los tres sectores (minería, reciclaje y contratistas), mientras que en 2013 solo una unidad en el sector de los contratistas. En 2011 de los 10 equipos de trituración vendidos se pasó a 0 en 2012 y a uno en 2013, lo que supuso una caída del 100% respecto a 2012, y del 90% con respecto a 2013, unos valores por encima de la media de caída general de las ventas que tuvieron lugar en el sector de los grupos móviles.
Comparativamente con la caída sufrida en 2009, 2010 y 2011, se puede decir que hay una diferencia que empieza a ser significativa en los siguientes ejercicios: 55,66% en 2009, 42,55% en 2010, 40% en 2011 y 100% en 2012, lo que significa que hasta el año 2011 la pendiente negativa indicaba que la caída de las ventas se había amortiguado ligeramente. Aspecto este que queda totalmente desmontado con la caída total de las ventas de equipos de trituración en 2012. En 2013, las ventas se incrementaron un 100% con respecto al año anterior, que había sido 0, pero este valor fue circunstancial, pues el cómputo total de equipos seguía indicando una pérdida en las ventas de grupos móviles.
En 2014 la tendencia general en la venta de equipos móviles de trituración cambió, pasando a venderse 5 unidades a lo largo de todo el año. Esto significa un incremento del 500% respecto a la unidad que se vendió en 2013. Curiosamente, todos los equipos comercializados fueron con molino impactor, siendo las unidades vendidas en explotaciones mineras de tamaño mediano-pequeño (entre 5 y 40 toneladas de peso) y las unidades comercializadas en el sector del reciclaje más pequeñas (entre 5 y 30 t).En 2015, se incrementó el mercado un 40%, lo que supuso que se pasó de las 5 unidades de 2014 a 7 en 2015. En lo que al tipo de maquinaria de conminución se refiere, se comercializaron 3 unidades con machacadora de mandíbulas y 4 con molino impactor. En lo referente a tamaño, las machacadoras de mandíbulas, excepto una pequeña de menos de 10 t, el resto fue de tamaño grande, mientras que los equipos con molino impactor dos fueron de tamaño medio y otros dos de gran tamaño.
En 2016, el mercado de los grupos móviles de trituración volvió a descender a 6 unidades, lo que supuso una caída del 14,3%. No se comercializó ninguna unidad con machacadora de mandíbulas, 4 con molino impactor y dos con triturador de cono. Los impactores fueron de tamaño muy dispar, habiéndose comercializado dos unidades entre 51 y 70 t de peso. Todos los impactores fueron sobre cadenas y para el sector del reciclaje, menos una unidad que fue en explotaciones mineras. Los grupos móviles con triturador de cono fueron dos, con tamaños por encima de las 30 toneladas, para los sectores de explotaciones mineras.
En 2017 el sector de trituración dio la vuelta a la tendencia. En esta ocasión se vendieron muchísimas más unidades de trituración que de clasificación. En concreto fueron 23 equipos, de los cuales 6 montaban machacadora de mandíbulas, con pesos muy repartidos, aunque imperaba el tamaño entre 41 y 50 toneladas de peso, habiéndose repartido equitativamente entre los sectores de minería, contratista y reciclaje. Las unidades con molino impactor en este ejercicio se llevaron las de ganar. 16 unidades repartidas entre todos los tamaños se comercializaron en toda España, habiendo destacado en los sectores de reciclaje y contratistas fundamentalmente. Por último, los trituradores de cono se vieron representados únicamente por 1 unidad y fue en el segmento de 31 a 40 toneladas de peso.
En 2018 la tendencia volvió a cambiar, con una caída del 13% se pasó de las 23 unidades de 2017 a los 20 equipos de 2018. Se comercializaron 6 equipos con machacadora de mandíbulas, 12 con molino impactor y dos con triturador de cono, estando el tamaño muy repartido entre las 10 y 70 toneladas, y destacando las ventas al sector de los contratistas, seguido del reciclaje y las explotaciones mineras.
El 2019 fue un año que confirma la línea descendente de las unidades de trituración, con un 10% de caída. Una bajada de 2 unidades con respecto al 2018 que reafirmó la tendencia negativa desde el año 2017. Se vendieron 6 equipos con machacadora de mandíbulas, 11 con molino impactor y uno solo con triturador de cono, siendo 8 de estos equipos para el sector de la minería, 5 para el de los contratistas y 5 para el reciclaje.
En 2020, el porcentaje de equipos de trituración pasó del 37,5% del año 2019 al 39,7% del 2020, incrementándose las ventas de 18 unidades del ejercicio anterior a las 25 nuevas que se entregaron en 2020. Aunque la tendencia de las ventas en los equipos de trituración era descendente desde el año 2017, en 2020 se vendieron 25 unidades, lo que marcó el máximo histórico desde el desastre del año 2012, con ninguna unidad vendida.
Con respecto al equipo de conminución que montaban, 14 fueron con machacadora de mandíbulas y 11 con molino impactor, no habiéndose comercializado ese año ningún equipo con triturador de cono. De los 25 equipos entregados, 12 fueron en el sector de las explotaciones mineras, 11 en el reciclaje y sólo 2 para el mercado de los contratistas.
El año 2021 volvió a marcar un máximo histórico de grupos móviles de trituración desde el ejercicio 2012 que no se vendió ninguna unidad. El porcentaje de los equipos de conminución respecto al total de grupos móviles vendidos fue de un 38,9% en 2021, con 28 unidades vendidas, siendo el incremento con respecto al ejercicio anterior de un 12%.
En relación con el tipo de equipo que montaron, 18 unidades fueron con machacadora de mandíbulas, el 64,3%; 9 con molino impactor, el 32,1%; y 1 unidad con triturador de cono, lo que supuso el 3,57%. Respecto al área en el que se comercializaron, 13 equipos se vendieron en el sector de las explotaciones mineras, 12 equipos en reciclaje y 3 en el de contratistas, lo que supuso el 46,2%, el 42,8% y el 10,7% respectivamente.
El año 2022 no difiere mucho del anterior por la cantidad de unidades que se comercializaron; aunque con dos unidades más, 30 en total, volvió a marcar un máximo desde el año 2012 que se desplomó el mercado. El porcentaje de equipos de trituración respecto al total fue de un 39,5%, valor muy similar al 38,9% del 2021, siendo el incremento del 7,1% con respecto al 2021.
Respecto al equipo de conminución montado, de las 30 unidades, 14 han sido con machacadora de mandíbulas, otras 14 con molino impactor y sólo dos con triturador de cono. Y en lo respectivo al sector donde se han comercializado, 11 grupos móviles han ido al sector de la minería, 7 al de contratistas y 12 al de reciclaje.
En lo referente al tipo de ventas, la atomización de las operaciones está siendo la clave más llamativa, repartiéndose entre 11 fabricantes diferentes, uno de ellos sin distribución en España que vende directamente desde Europa a España. Cada vez están más repartidas las ventas y entregas de equipos nuevos, sobre todo desde que el auge del alquiler está permitiendo a las empresas más pequeñas ofrecer este servicio.
GRUPOS MÓVILES DE CLASIFICACIÓN EN 2022
El apartado de grupos de clasificación tuvo una caída en 2013 inferior a la del ejercicio anterior y por encima de la media total. Concretamente, descendió el 53,1% respecto a las ventas del año 2012, que como puede observarse es un valor menos bajo que el 68,57% de caída total de grupos móviles en 2012 y más bajo que el 45,45% de 2013. En el año 2012 la caída fue del 13,8%, muy inferior al 35,18% de media que cayó el sector de los grupos móviles en 2011, mientras que en 2013 fue del 53,1%. Estos datos indican que, como venía pasando en los ejercicios anteriores, la división de clasificación soportó mejor la crisis, quedando confirmado en los años 2012 y 2013, en los que se vendieron 0 y 1 equipo de trituración respectivamente.
Si se comparan estos datos con los obtenidos en los ejercicios 2008, 2009, 2010, 2011 y 2012, se aprecia que los equipos de clasificación contaron con una pendiente descendente hasta el año 2012. Pasaron de una caída del 49,46% de 2009, a una del 38,3% en 2010, a una del 13,8% en 2011, para incrementarse de nuevo al 44% en 2012 y seguir en el 53,1% de caída en 2013.
En el año 2014 parece que comenzó el repunte. Después de seis años seguidos de descensos en las ventas, se comercializaron 8 equipos. No fueron muchos pero sí marcan un cambio de tendencia con respecto a los años anteriores. El mercado de equipos móviles de clasificación pasó de 5 unidades en 2013 a 8 en 2014, lo que supuso un incremento del 160%.
En 2015, la división de clasificación volvió a caer; se pasó de las 8 unidades de 2014 a las 7 de 2015, lo que supuso una caída del 12,5% y, aunque no es un porcentaje muy elevado, sí que confirma que estos equipos no terminaban de salir de la crisis, manteniéndose en un mercado muy plano desde el punto de inflexión alcanzado en 2013 con 5 unidades.
En 2016, el despegue parece que se produce, con pocas unidades, alcanzando los 14 equipos entregados, lo que reafirma un incremento del 100% con respecto al año anterior.
2017 continua con unos equipos de clasificación que no terminan de arrancar. Se comercializaron una unidad menos que en 2016, es decir, 13 equipos, lo que demuestra que en el mercado había una sobresaturación de grupos móviles de clasificación, y que cuando comenzó la recuperación las empresas invirtieron en equipos de trituración.
Sin embargo, en 2018 la tendencia cambió drásticamente. El incremento en las ventas llegó a ser de un 69,2%, pasando de las 13 unidades de 2017 a las 22 de 2018, superando en esa ocasión, por dos unidades, a los equipos de trituración, una tendencia, la de mayores ventas en equipos de clasificación que de trituración, que había sido la tónica general durante los años de desaceleración.
En 2019 el incremento evolucionó de manera positiva con 30 unidades comercializadas. Un 36,4% de subida marcó un valor importante que indicaba el buen momento que tuvieron los equipos de clasificación en ese ejercicio.
2020 fue el año de consolidación de las ventas de grupos de clasificación, pasando de 30 unidades de 2019 a 38 de 2020, lo que supuso un incremento del 26,6%. Como en ediciones anteriores, no se vendió ningún trómel, y el resto fueron 22 equipos de preclasificación y 16 equipos de clasificación, repartidos en 14 grupos móviles para el sector de las explotaciones mineras, 5 para el de contratistas y 19 para el de reciclaje.
En el año 2021 el ascenso de las ventas de equipos de clasificación siguió consolidándose con unas ventas de 44 unidades, lo que supuso un incremento del 15,8% con respecto al ejercicio anterior.
De los equipos de clasificación vendidos en 2021, 25 fueron precribadores, el 56,8%, y el restante 43,2%, es decir, 19 unidades, fueron cribas. De ellas, 20 se comercializaron en el sector de las explotaciones mineras, 7 en el de los contratistas y 17 en el sector del reciclaje.
En 2022, los grupos móviles de clasificación incrementaron su presencia un 4,5% con respecto al ejercicio anterior, con 46 equipos, aunque ha descendido ligeramente el porcentaje entre los equipos de trituración y clasificación, pasando del 61,1% de 2021 con 44 equipos al 60,5% con 46 unidades entregadas.
En lo referente a los sectores donde se han realizado las ventas, el reciclaje, con 17 unidades ha sido el que ha contado con mayor cantidad, con el 36,95%, frente a las 16 unidades en el sector minero, con el 34,8%, y las 13 unidades del sector de contratistas, con el 28,7%.
Analizando los equipos de clasificación vendidos en los últimos años, se puede apreciar un descenso muy importante de las ventas de los trómeles de clasificación hasta su total desaparición. De hecho, en el ejercicio 2017, al igual que ocurrió de 2010 a 2015, no se vendió ninguno, siendo el año 2016 el ejercicio más reciente en el que se comercializaron dos unidades, una sobre ruedas y otra sobre cadenas, en el sector del reciclaje.
A partir de dicho ejercicio, no se han vuelto a comercializar trómeles en el sector del reciclaje de RCD.
En el año 2013, los equipos de clasificación entregados (5 unidades) fueron todos de precribado, no habiéndose generado ese año ninguna venta de equipos de cribado. En 2014, de las 8 unidades, 6 fueron precribadores y dos cribas, mientras que en 2015 continuó siendo superior la venta de los precribadores, con 4 equipos, frente a los 3 equipos de cribado. En 2016, al incrementarse el número de unidades vendidas, también varió mucho la tipología, habiéndose entregado 7 precribadores, 5 cribas y dos trómeles. En 2017, de los 13 equipos de clasificación comercializados, se apreció una tendencia muy fuerte hacia los equipos primarios, más robustos y polivalentes: 11 precribadores y sólo 2 cribas.
En 2018, aunque esta diferencia se igualó algo más, siguió siendo todavía muy elevada: 15 precribadores frente a 7 cribas. 2019 confirmaba todavía más esta tendencia, con 20 equipos de preclasificación y 10 de clasificación. 2020 sirvió para igualar estos datos, con 22 unidades de preclasificación y 16 equipos de clasificación. En 2021 continuaron siendo superiores las ventas de los preclasificadores con 25 unidades frente a los 19 grupos convencionales de cribado. Y en 2022 se siguen incrementando las ventas de precribadores, 32 unidades, frente a las cribas convencionales, 14 unidades.
El caso de los precribadores es bastante interesante, pues ha habido años que han sido los únicos equipos de clasificación que se han vendido. Se trata de unos robustos grupos de cribado para clasificaciones primarias en el sector de las explotaciones mineras y contratistas, y para todo tipo de cribado en el sector de los RCD.
En 2010, los precribadores vendidos alcanzaron solo el 45% mientras que las cribas convencionales el 55%, lo que demuestra la importante evolución que tuvieron estos equipos, pasando del 45% al 80% en 2011, del 80% al 90,9% en 2012 y al 100% en 2013. A partir de este año comienza a descender, al 75% en 2014 y al 57,1% en 2015, mientras que en 2016 descendió al 50%, en 2017 pasó a ser del 84,6% y en 2018 bajó al 68%. En 2019 los precribadores supusieron el 66,6% de las ventas de equipos de clasificación, mientras que en 2020 fue de casi el 58% de las entregas que tuvieron lugar en España. En 2021 bajaron ligeramente hasta el 56,8% y en 2022 han alcanzado un 69,56%, lo que consolida la supremacía de los precribadores.
Los precribadores han ganado cuota de mercado desde hace casi 14 años que se lanzó el primer modelo. Desde entonces, estos equipos, sobre cadenas únicamente, han irrumpido en los tres sectores de una forma muy contundente, siendo el sector del reciclaje el que más partido ha sacado a estas unidades hasta el año 2015. De hecho, en 2014, de los seis precribadores comercializados, cuatro eran para el sector del reciclaje, valor que se mantuvo en 2015 con 4 de los 7 equipos de clasificación vendidos. En 2016 el tema cambió de forma importante en los precribadores: 3 unidades para explotaciones mineras, 3 para contratistas y 1 para reciclaje. En 2017 estuvo bastante repartido e igualado, quedando en último lugar el reciclaje, habiéndose comercializado 5 unidades para las explotaciones mineras, 5 para el sector de los contratistas y 3 para el sector del reciclaje.
En 2018 la mitad de los equipos de clasificación (11 unidades) se destinaron al sector de las explotaciones mineras, mientras que el resto se dividió de una forma muy similar entre contratistas y reciclaje, aunque contratistas, con 6 unidades, por encima de reciclaje, con 5 equipos. En 2019, 12 equipos fueron para el sector minero, 9 unidades, para el de contratistas y otras 9 para el sector del reciclaje. En 2020, de los 22 precribadores entregados, 12 fueron para el sector del reciclaje, 7 para explotaciones mineras y 3 para contratistas.
En 2021, el sector en el que se vendieron más precribadores fue el del reciclaje, con 11 unidades, seguido de las explotaciones mineras, con 9 equipos, y los contratistas, únicamente con 5 grupos móviles comercializados.En 2022 explotaciones mineras y reciclaje están muy parecidos, con 16 unidades en minería y 17 reciclaje, estando el apartado de contratistas por debajo con 13 unidades.
Como viene siendo habitual en los últimos ejercicios, las ventas de los equipos de clasificación han estado también muy atomizadas en este 2022. Concretamente, las ventas se han realizado por 10 casas comerciales que han vendido las 46 unidades.
VENTAS POR TIPO DE CLIENTE
Los datos obtenidos en este estudio y la tendencia de mercado observada durante todo el ejercicio 2022 han permitido la elaboración de un apartado enfocado a las ventas por el tipo de cliente. Así, de los 76 equipos móviles comercializados en España en 2022 se puede decir que las ventas se han repartido de una forma bastante homogénea en lo que a explotaciones mineras y reciclaje se refiere. El 35,528% (27 unidades) ha sido en el sector de las instalaciones mineras, mientras que un 38,15% (29 unidades) en el de reciclaje y el restante 26,31%, con 20 unidades, ha sido para el sector de los contratistas.
En el apartado de trituración, 14 unidades han sido con machacadora de mandíbulas (46,6%), 14 con molino impactor (46,6%) y solo 2 con triturador de cono (6,6%). Las machacadoras de mandíbulas se han repartido 4 para el sector de las explotaciones mineras (28,57%), 3 para el de los contratistas (21,42%) y 7 para reciclaje (50%); los equipos con molino impactor se han dividido en 5 unidades (35,71%) para explotaciones mineras, 5 (35,71%) para reciclaje y 4 (28,57%) para el sector de los contratistas. Por último, las unidades que se han comercializado con triturador de cono han sido en el sector minero.
En el sector del cribado, 32 equipos (69,56%) han sido precribas, 14 cribas (30,43%) y ningún trómel. De las precribas, 11 han ido a explotaciones mineras (34,3%), 7 a contratistas (21,8%) y 14 a reciclaje (43,7%). En el apartado de las cribas, 7 unidades en el sector de la minería (50%), 6 al sector de los contratistas (42,8%) y 1 para reciclaje (7,14%).
La situación de mercado hasta el 2013, tras seis años consecutivos de fuertes caídas, daba lugar a pensar que todavía no se había tocado fondo. Sin embargo, el incremento de más del 116% en 2014, de un 7,7% en 2015, de un 42,85% en 2016, de un 80% en 2017, de un 16,7% en 2018, de un 14,3% en 2019, de un 31,25% en 2020, de un 14,3% en 2021 y de un 5,26% en 2022 parece indicar que las cosas han cambiado definitivamente. Estos porcentajes parecen elevados, pero cuantitativamente no se han vendido más que 76 máquinas en 2022 comparativamente con las 6 del 2013, las 13 de 2014, las 14 de 2015, las 20 de 2016, las 36 de 2017, las 42 de 2018, las 48 de 2019, las 63 de 2020, las 72 de 2021 y las 76 de 2022.
Estos datos permiten pensar que la consolidación de la tendencia positiva es definitiva, habiendo sido el periodo 2013-2014 el punto de inflexión. Esperemos que así sea, y que las ventas continúen su tendencia ascendente y que podamos en los próximos años seguir pensando en positivo, teniendo como meta siempre las 417 unidades que se vendieron en el 2007.